Con el avance de la tecnología de comunicación, de 4G a 5G, se han realizado un progreso significativo en varias áreas.
La antena 5G se distingue por su amplia cobertura, capaz de servir regiones extensas. Ofrece dos opciones de ajuste: ángulo de toque de toque electrónico y ángulo mecánico de toque de toque, lo que permite un ajuste preciso de la antena y el ajuste grueso del área de cobertura. Sin embargo, un inconveniente es que la intensidad de la señal tiende a debilitarse en los bordes del área de cobertura, lo que potencialmente conduce a caídas de llamadas y disminuyó la experiencia del usuario.
A medida que la tecnología continúa evolucionando, después del advenimiento de 5G, la cobertura limitada de las estaciones base individuales de 5G requiere una mayor densidad de instalaciones para acomodar un número creciente de usuarios. En consecuencia, la tecnología de antena ha evolucionado para incorporar nuevas características. Las antenas tradicionales de la estación base típicamente presentaban dos señales de transmisión y dos señales de recepción, conocidas como duales transmites y doble recuperación. Para satisfacer las demandas de 5G en entornos de alto tráfico y garantizar un rendimiento inalámbrico óptimo para todos los usuarios, 5G emplea la tecnología M-MIMO (salida múltiple múltiple). Esta innovación permite una orientación más precisa de usuarios individuales, mejorando la calidad del servicio, especialmente para aquellos ubicados en la periferia del área de cobertura, donde la calidad de la señal se mejora notablemente.